6 Grados Que Podrian Cambiar El Mundo

A este ritmo vertiginoso la solución debe llegar en tan solo diez años si queremos eludir la catástrofe. Actualmente experimentamos cambios en el clima y desastres naturales con una mayor frecuencia, y según con los expertos, si la temperatura del planeta continúa aumentando, las secuelas empeorarán. El reportaje “Seis° grados que podrían mudar el planeta”, producido por National Geographic Channel, nos comenta los procesos naturales y las ocupaciones humanas que han contribuido a este fenómeno llamado calentamiento global. El documental muestra de manera gráfica lo que podría acontecer por cada nivel que aumente la temperatura en el planeta hasta llegar a los seis grados.

El hielo marino habrá desaparecido, incluso no llegará a reconstruirse en las largas noches de invierno polar. El permafrost se desplazará cientos de kilómetros al norte y el suelo se volverá inestable. Se generarán corrimientos de tierra que amenazarán las líneas de ferrocarril, las centrales nucleares y los pueblos. Los bosques, destrozados por los incendios, van a ser pasto de las plagas de insectos. Los lagos se vaciarán y los ríos habrán visto perturbados sus tutoriales como consecuencia del incremento de las lluvias y el deshielo. En la tundra, el día de hoy musgosa, comenzarán a crecer algunos árboles y las tierras congeladas van a ser cenagosas.

National Geographic : Seis Grados Que Podrian Mudar El Planeta

Podría sufrir sequías perennes y devastadoras y, como ahora ocurrió, millones de personas se verían forzadas a dejar sus tierras. Cientos y cientos de miles de individuos se transformarían en refugiados climáticos huyendo del calor y la falta de agua. El documental cree que es «inimaginable que la Civilización pudiese proseguir», puesto que todo el sistema social se vendría abajo.

Los 2.000 miles de individuos que dependen de estas reservas de agua muy fría estarían en peligro. Con tres grados el nivel del mar podría acrecentar hasta siete metros si Groenlandia pierde sus glaciares, la segunda mayor reserva de agua dulce del mundo. El Ártico se quedará sin hielo en verano, los Alpes van a perder sus glaciares y el Himalaya se va a quedar prácticamente sin ellos, poniendo en peligro las necesidades de 2.000 miles de individuos que dependen de esas reservas de agua muy fría. ¿Y en El Sahel, la región que va del este al oeste de África, de transición entre las selvas tropicales y el Sáhara?

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La contribución de los servicios meteorológicos a la disminución de víctimas como consecuencia de desastres relacionados transcurrido un tiempo, el clima y el agua. Los gobiernos podrían ingresar el racionamiento de carbono (no es difícil técnicamente) y la gente podría comerciar con él como si fuera una moneda virtual, pagando con tarjetas o raciones de carbono. Quizás esto daría paso a un tipo distinto de sociedad lo que es interesante pues, sin llevar a cabo los cambios, ni la sociedad ni la vida continuarán en absoluto. La civilización es dependiente de los comburentes fósiles generados por plantas que absorbieron la antigua luz del sol mediante fotosíntesis a lo largo de millones de años; de hecho, gastando todos los años el equivalente a un millón de años de comburentes fósiles. Lo que vendría a querer decir que el sistema económico de la sociedad occidental se basa en que la Tierra da recursos gratis, aparecidos por arte de birlibirloque, sin valor económico.

El principio del fin de la clase humana estaría poco a poco más cerca, ante la dificultad de adaptación en un ámbito tan hostil. Con seis grados de aumento, la vida en la Tierra, tal y como la conocemos hoy en día, sucumbiría. Grandes áreas continentales se volverían inhabitables, en un mundo enormemente contaminado y con un tiempo extremo. Mark Lynas muestra en el libro de qué forma tenemos la posibilidad de evitar esa enorme catástrofe antes de que sea bastante tarde, para lo cuál es imposible alcanzar un punto de no retorno que dificultaría las cosas. En su edición inglesa , el libro recibió en 2008 el premio de la Royal Society a la Divulgación Científica. Documental que desvela las consecuencias irreversibles del cambio climático y señala las posibles resoluciones para paliarlo.

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En lo que se refiere a las precipitaciones, algunas zonas perderán la quinta una parte de ellas (España y Turquía); y el sur de Francia, Italia, Portugal y el nordoeste de España tendrán un mes extra de sequías. En un paseo por los cinco continentes, Seis Grados muestra el testimonio tanto de los mejores especialistas en climatología del mundo, como de granjeros, fotógrafos y gente común que nos alerta sobre los preocupantes signos del cambio climático. Seis Grados es un extraordinario viaje al futuro de nuestro planeta para examinar los potenciales impactos del calentamiento global, grado a grado, hasta los seis que podrían alcanzarse en el próximo siglo. Hemos actualizado su política de intimidad para realizar las alterables normativas de privacidad internacionales y para darle información sobre las limitadas formas en las que utilizamos sus datos. Tan solo seis grados menos es lo que diferencia la era interglacial de hoy con la de la última glaciación, cuando Europa se encontraba prácticamente cubierta de hielos.

Olvidando los posibles huracanes mucho más fuertes, la inundación de la ciudad que el día de hoy sucede una vez cada cien años, aumentaría su frecuencia a cada 20 para 2050 y a cada 4 para 2080. De hecho el peligro es tan real que hay proyectos para crear tres barreras cerca de la ciudad y protegerla frente a una fuerte marejada ciclónica. Allí el agua del deshielo de los glaciares se amontona en lagos transformados en presas naturales que, cuando se rompen, provocan flujos de lodo que recorren 200 kilómetros arrasando con todo. Con 2 grados más estos ríos de lodo van a ser mucho más usuales hasta el momento en que, desaparecidos los glaciares, deje de manar agua a los grandes ríos de los que dependen millones de personas. Los océanos del sur y parte del Pacífico se volverán tóxicos desde 2050 para los organismos con conchas de carbonato cálcico.

«Sería un escenario que solo se ha concebido en el Día del Juicio Final bíblico», afirma una voz en off en el reportaje. Sin embargo, Mark Linas avanzó ayer a EL MUNDO que «los océanos subirían 70 metros su nivel» y recordó que hace 251 millones de años con esas temperaturas, el 90% de las especies se extinguieron. Los océanos subirían 70 metros su nivel y las temperaturas serían las mismas que hubo en la tierra hace 251 millones de años, en el momento en que el 90% de las especies desaparecieron. Hasta la fecha, el cambio climático ahora ha mostrado su auténtico rostro con la subida media global de las temperaturas en 0,76ºC. Por cada grado de más, el impacto será mayor y más destructivo, hasta resultar irrealizable de concebir, incluso por los científicos. Para que nos hagamos un concepto rápida del asunto, solo seis grados menos, son lo que diferencia nuestra era interglaciar con la de la última glaciación, en el momento en que gran parte del mundo se encontraba completamente cubierta por el hielo.

Seis Grados: El Futuro En Un Mundo Mucho Más Caluroso

Simulaciones con 2 grados mucho más adivinan que la tundra morirá y los bosques ganarán terreno, que el permafrost se retirará cientos y cientos de kilómetros al norte desestabilizando bosques, edificios y montañas al descongelarse el suelo. Y sucede que 2 grados en la temperatura global son, a causa de la amplificación ártica, de 3 a 6 °C en esa zona del mundo. En 2005 se formó una tormenta tropical el sureste de Azores, al pasar por Madeira era huracán, y acabó pegando Europa como tormenta tropical, la primera de la historia. Ciertos estudios concluyen que en los últimos 30 años han incrementado la intensidad y duración de las tormentas y ciclones tropicales (hay menos pero más fuertes); y puede que no en mucho el Mediterráneo esté frecuentado por las tormentas tropicales y hasta haya ciclones en la zona mucho más calurosa, entre Italia y Libia. De modo que, si la temperatura global sube un nivel, el oeste de los EE.

No hay excusas, no se ha de ayudar en algo similar y, tal y como se estableció en los juicios de Nuremberg, ni la ignorancia ni el haber actuado según indicaban las órdenes son una defensa. No es admisible la aceptación pasiva del papel destructivo del hombre, solo cabe la resistencia activa. La liberación de sulfuro de hidrógeno en las profundidades marinas matando todo cuanto vive en los océanos cercanos y que, según los expertos, podría producirse a mayor escala. En las costas comenzaría a oler huevos podridos y este gas se extendería hacia el interior y a la cubierta de ozono, para destruirla, lo que implicaría quemaduras de la piel y las primeras mutaciones celulares. El Mesosaurus fue uno de los réptiles de agua dulce que vivieron en el Pérmico, muy semejante externamente a los presentes cocodrilos. Puede que en varias zonas de Canadá y Rusia pudiesen cultivar aunque una tundra descongelada no sea el más destacable suelo, es posible que hayan desarrollado cultivos mucho más resistentes y juegue a favor el efecto fertilizante del CO2 en la atmósfera.

Por cada nivel que aumenten el impacto será más y más impactante hasta resultar imposible de concebir, incluso por los científicos. El mar, antes helado, ahora es mar abierto y esto es un inconveniente, pues el hielo refleja más del 80 % de la radiación solar y el mar absorbe hasta un 95 %. Es decir, cuando el hielo empieza a desaparecer, el desarrollo se acelera. Los científicos piensan que hay un punto de inflexión tras el que la pérdida del casquete ártico será inevitable, lo que implicará grandes cambios en el tiempo del planeta. En otra región de Asia, en la cordillera que separa Pakistán de China (con 4 cumbres de sobra de 8000 metros y diez de más de 7000) está el área glaciar más grande de todo el mundo fuera de los polos, del que nacen ríos de los que depende la mitad de la población mundial.