Hace más de 66 millones de años, un cuerpo que se cree tenía 9 km de diámetro golpeó en lo que en este momento es la península de Yucatán en México y formó el cráter Chicxulub, que tiene más de 130 km de diámetro. Esta explosión masiva desencadenó un acontecimiento de extinción masiva que puso fin al reinado de los dinosaurios. A lo largo de las últimas décadas, se ha aprendido mucho sobre el acontecimiento de Chicxulub, pero cada avance ha dado lugar a novedosas cuestiones. Como resultado, se extinguió cerca del 70 % de las especies marinas y continentales que vivían en ese período, lo que supuso un gran cambio en la evolución de la vida sobre la Tierra hasta nuestros días. Pero en las decenas de miles de años siguientes, la vida se fue recobrando allí donde impactó el asteroide. El encontronazo alteró relevantemente el medio a escala global, generando enormes terremotos de intensidad superior a 11, sunamis de entre cien y 300 metros de altura, incrementos de temperatura, incendios a distancias de entre 1.500 y 4.000 km del cráter, y lluvias ácidas, por servirnos de un ejemplo catástrofes.
Es probable que parte del hollín se generase en los incendios forestales que estallaron en todo el planeta tras la colisión. Sin embargo, la mayoría de esas partículas habrían continuado solo unas unas semanas en la parte baja de la atmósfera y no habrían afectado bastante al tiempo global. Sin embargo, los científicos también han encontrado cantidad considerable de hollín en las capas geológicas que se depositaron justo después del encontronazo del asteroide. Para resolver este problema, el aparato empleó modelos informáticos que rastrean cómo los elementos escapan del cinturón de asteroides primordial, una región de cuerpos pequeños ubicada entre las órbitas de Marte y Júpiter. Durante eones, las fuerzas térmicas permiten que estos elementos se desvíen hacia dinámicas “escotillas de escape” donde las \’patadas\’ gravitacionales de los planetas tienen la posibilidad de empujarlos a órbitas próximas a la Tierra. Una investigación internacional, con participación de la Facultad de Granada, aporta nuevos datos sobre de qué manera y por qué se recuperó tan de forma rápida la vida en la región donde impactó el asteroide que acabó con los dinosaurios.
Los Folletines De Investigación Y Ciencia
Sucedió hace 66 millones de años, a fines del Cretácico, tras la caída de un asteroide de 12 km de diámetro en la presente península de Yucatán (México). Abrió un cráter de 180 km, lanzó a la atmósfera millones de toneladas polvo y rocas –que al caer formaron una capa en toda la Tierra que tiene dentro iridio, sobre la que no hay restos de dinosurios– y en lo que el día de hoy es Dakota del Norte fallecieron en minutos miles de peces. En este momento, un aparato de estudiosos de europa ha exacto, merced al análisis de huesos de esos peces, que el encontronazo que acabó con el reinado de los dinosaurios ocurrió durante la primavera del hemisferio norte. Por lo general, el aparato descubrió que los asteroides de 9 kilómetros de ancho apalean la Tierra una vez cada 250 millones de años en promedio, una escala de tiempo que lanza posibilidades razonables de que el cráter Chicxulub ocurrió hace 66 millones de años. Además de esto, prácticamente la mitad de los impactos fueron de condritas carbonáceas, una aceptable coincidencia con lo que se sabe sobre el impactador de Chicxulub. Una investigación en el mundo entero, con participación de la Capacitad de Granada, aporta nuevos datos sobre de qué forma y por qué se recobró tan de manera rápida la vida en la zona donde impactó el asteroide que terminó con los dinosaurios.
Para llegar a esta conclusión, los expertos han analizado los restos de peces que murieron inmediatamente después de la colisión. Sobre su extinción muchas son las teorías que se han generado durante la historia, no obstante, la mayoría de las investigaciones sugieren que fue un meteorito que al impactar con la Tierra, cerca de la península de Yucatán, desencadenó la desaparición masiva de los saurópsidos. Como consecuencia, se extinguió cerca del 70 % de las especies marinas y continentales que vivían en ese periodo, lo que supuso un gran cambio en la evolución de la vida sobre la Tierra hasta nuestros días. El impacto alteró significativamente el medio a escala global, produciendo enormes terremotos de intensidad superior a 11, tsunamis de entre cien y 300 metros de altura, incrementos de temperatura, incendios a distancias de entre 1.500 y 4.000 km del cráter, y lluvias ácidas, entre otras catástrofes. Para solucionar este secreto, un equipo de científicos liderado por laUniversidad de Upsala, en Suecia, viajó al yacimiento de Tanis, en Dakota del Norte , donde se preservan los fósiles de esturionesypeces espátulaque fallecieron a consecuencia del sunami causado por la colisión. Estos ejemplares fallecieron entre 15 y 30 minutos después del encontronazo, según los cálculos de la hora de llegada de la onda sísmica.
El debate científico sobre las causas de la extinción de los dinosaurios prosigue abierto pero la teoría que tiene más datos y considerablemente más apoyos todavía es la que tiene como escencial protagonista al cometa Chicxulub. «El asteroide de Chicxulub resultó en un colosal tsunami global, como el que no se vio en la historia actualizada. Por lo que sabemos, somos los primeros en modelar globalmente el sunami desde el impacto hasta el final de la propagación de las olas», sintetiza la estudiosa, quien próximamente presentará un archivo sobre este trabajo en una gaceta científica. Es probable que una parte del hollín se generase en los incendios forestales que estallaron en todo el mundo tras la colisión.
La Vida Se Recobró En 700000 Años Donde Impactó El Asteroide Que Terminó Con Los Dinosaurios
“Júpiter impulsa a estos cometas entrantes de largo intérvalo de tiempo a órbitas que los acercan bastante al sol”. El cráter de Chicxulub tiene su centro en el nordoeste de la península de Yucatán, en México, cerca de la actual población a la que el cráter debe su nombre (Chicxulub, que en lengua maya significa \\’pulga del demonio\\’). “Decidimos buscar dónde podrían estar escondidos los hermanos del impactador Chicxulub”, dijo David Nesvorny, creador indispensable de un producto que detalla la investigación. La hipótesis de Loeb y Siraj asimismo podría argumentar la composición de varios de estos elementos que chocan en la Tierra . Estos científicos han contribuido a poner fecha a los depósitos relacionados con el impacto meteorítico en el Golfo de México y el Caribe para entablar la relación causa-efecto entre éste y el evento de extinción masiva.
Pero los científicos piensan que el hollín también ha podido provenir de las propias rocas que pulverizó el asteroide. Si esas rocas hubieran contenido una cantidad notable de materia orgánica , esta se habría quemado como resultado del impacto, mandando hollín a la estratosfera. En ese caso, el hollín se habría esparcido alrededor del mundo en cuestión de horas y habría permanecido allí a lo largo de años, alterando radicalmente el tiempo del planeta.
Hallan Los Restos De Un Dinosaurio Parecido A Un Avestruz De Sobra De 800 Kilogramos
El trabajo pone de manifiesto la rápida diversificación y estabilización de la red social bentónica, es decir, la que se formó por los organismos que habitan en el fondo de los ecosistemas acuáticos, tras el encontronazo del asteroide que ocasionó la extinción en masa de final del Cretácico (K-Pg). Tan asoladora fue la colisión y sobre todo sus consecuencias que los investigadores piensan que cambió el tiempo del planeta a lo largo de varios años y provocó la extinción de cerca del 75% de las especies que poblaban la Tierra, un extenso porcentaje que incluye a los dinosaurios. Con su análisis, los estudiosos han logrado determinar que el desastre se produjo en primavera en el hemisferio norte, un hallazgo que se publica en este momento en la gaceta Nature y que podría explicar el patrón de extinciones que prosiguió tras el choque. Eso incrementa la tasa de cometas como Chicxulub por visto que estos extractos cruzan la órbita de la Tierra y apalean el mundo una vez cada 250 a 730 millones de años precisamente, destaca la Facultad de Harvard en una nota de difusión de la investigación firmada por 2 de sus expertos. «Este sunami se movió por todas y cada una de las cuencas oceánicas», afirma a Antes de CristoMolly Range, joven estudiosa del Departamento de Ciencias de la Tierra y Medio Ámbito en la Capacitad de Michigan.
“El alzamiento central del cráter se inclina sutilmente al suroeste, y las simulaciones numéricas del impacto lo reproducen”. El próximo paso será evaluar las diferentes fases de la evolución tras el impacto del asteroide, y calibrar cuándo tuvo lugar la completa restauración de la comunidad bentónica, alcanzando niveles de diversidad y abundancia afines a los previos al encontronazo. Bien difícil imaginarse un momento mucho más catastrófico, más apocalíptico, en toda la rotunda inmensidad de la palabra, que el protagonizado hace unos 66 millones de años por el meteorito que acabó con los dinosaurios. Un segundo modelo exhibe de qué manera se propagó el sunami mediante los océanos de todo el planeta según la altura de las olas y las velocidades de fluído. En las cuencas oceánicas del Atlántico norte, el Caribe y el Pacífico sur, la agilidad de las aguas se redujo a la mitad, al paso que en el Pacífico Norte, el Mediterráneo y el Atlántico Sur fueron mucho más bajas. «Esto implica una mayor oportunidad de ver la erosión y la perturbación de los sedimentos en las cuencas oceánicas del Pacífico Sur, Atlántico Norte y Mediterráneo», explica la investigadora.
Además, prácticamente media parta de los impactos fueron de condritas carbonáceas, una aceptable coincidencia con lo que se sabe sobre el impactador de Chicxulub. Precisamente, Ted Moore, emérito en el mismo departamento, prepara un estudio sobre las patentizas físicas que respaldan las conclusiones de este trabajo. Pero los científicos suponen que el hollín también pudo provenir de las propias rocas que pulverizó el asteroide. Si esas rocas hubiesen contenido una cantidad destacable de materia orgánica , esta se habría quemado a resultas del encontronazo, mandando hollín a la estratosfera. En un caso de esta manera, el hollín se habría desperdigado cerca del planeta en cuestión de horas y habría permanecido allí a lo largo de años, alterando radicalmente el tiempo del mundo. El estudio, en el que participaron estudiosos del Centro de Astrobiología (CSIC-INTA), vuelve a construir los procesos geológicos, químicos y biológicos generados por el encontronazo del asteroide.
El Asteroide Que Acabó Con Los Dinosaurios Cayó En El Peor Rincón Viable
Un segundo efecto, siempre y en todo momento según el estudio, es que la extinción podría haber seguido patrones diferentes en ambos hemisferios -en el sur no habría coincidido con la época de cría- e inclusive ser menos marcada en ecosistemas con menor variación estacional. En este sentido, los autores apuntan que “los efectos inmediatos ocasionados por el impacto, como la contaminación atmosférica, la falta de luz del sol y los cambios veloces de temperatura se habrían dejado sentir con mucho más dureza en ecosistemas altamente estacionales”. Más del 70 % de animales, incluyendo los dinosaurios no avianos, los pterosaurios y los ammonites, desaparecieron a consecuencia del encontronazo del gran asteroide Chicxuluben la península de Yucatán, en México. El instante de la colisión marcó el final del Cretácico y de la era mesozoica, conocida como la edad de los dinosaurios, hace 66 millones de años, según los estudios completados hasta el momento, la mayor parte a escalas de tiempo milenarias. En verdad, podrían ser hipótesis complementarias.Una investigación comunicado a inicios de 2019 apunta cómo nuestro impacto pudo ocasionar erupciones ‘simultáneas’ al otro lado de todo el mundo (México y la India son prácticamente antípodas la una de la otra). Hoy en día nadie pone en duda que los dinosaurios se extinguieron hace 65 millones de años gracias a un enorme asteroide que se estrelló contra la Tierra.