Investigadores del Imperial College de Londres han analizado, por un lado, a 1.397 niños con cáncer y, por otro, a 5.588 pequeños sin esta patología, hasta los 4 años de edad. “Tomamos nota de la distancia entre su casa y la instalación de antenas, la energía y la potencia de dichas estaciones”. Es así como Paul Elliott, primordial autor de este trabajo y su equipo observaron que los tres valores eran similares tanto en los pequeños con cáncer como en los que no tenían esta patología. En el momento en que están vibrando en el interior del cuerpo, la vibración causa fricción y la fricción causa daño en el ADN. A continuación se genera calor y esto conduce al efecto térmico.
Por término medio, el 80% de la dosis de forma anual de radiación de fondo que recibe una persona procede de fuentes de radiación natural, terrestre y galáctica. De este modo, si la reunión en la que se aprobó la instalación de la antena no se convocó fidedignamente a todos y cada uno de los propietarios o la votación no se ajustó a los criterios establecidos en la Ley de Propiedad Horizontal, puede recurrirse en el período de un año. “Pienso que este estudio aclara bastante las cosas. No sólo es un trabajo muy importante y estricto, sino que aporta un mensaje atrayente y tranquilizador”, señala María Jesús Cancelo, ginecóloga del Hospital Universitario de Guadalajara y asesora de ELMUNDO.es.
La mecánica es la misma, la diferencia está en la agilidad a la que vibra y el efecto provocado. #1 Además del calentamiento y demás temas que ya te han comentado que no deberías inquietarte, lo que piensa muchas personas que no sabe del tema es que puede dar cancer (como el wifi, u otras ondas electrommágneticas) porque sí. Los Ministerios de Sanidad y Consumo y de Ciencia y Tecnología han establecido un grupo de normas y procedimentos, de obligado cumplimiento por los operadores de los sistemas de radiocomunicación, que están orientados a asegurar que en ninguna zona accesible al público se superen los precedentes límites. La antena hace un efecto cono por decirlo de alguna forma, por tanto, te perjudica mas la radiacion si la tienes en el edificio de enfrente que encima tuyo. Pero insisto, la capacidad que recibes de tu móvil inteligente es considerablemente mayor que la de una estación radio que poseas encima.
Móviles Inteligentes Y Salud
1) No hay ningún estudio que vincule radiación con cáncer u otros inconvenientes. Bueno, hay, pero tienen metodología y desenlaces mucho más que controvertibles. Hace unos días, estuvimos con un oncólogo clínico del Hospital General Universitario de Albacete coordinando unas sesiones que impartimos en el Máster de Biomedicina Experimental de la UCLM en la asignatura “App de radionúclidos en investigación biomédica”. Cuando terminamos de organizar contenidos, sesiones y demás, estuvimos comentando de probables puntos de encuentro para lograr desarrollar algún proyecto de investigación. En un preciso momento, nuestro compañero médico ha dicho “bueno, habrá que ver cuánto tiempo transporta expuesta esa persona a la radiación de una antena; lo mismo lleva viviendo debajo 20 años”. Así que hay que recomendar y nombrar que los teléfonos fueron inventados solo para emergencias.
También son cada vez más los municipios que están aprobando ordenanzas que sólo dejan la instalación de estas antenas a ciertas distancias de las ubicaciones urbanas de los municipios y obligan a la desmantelación de las ya instaladas. Si la antena se instaló sin la pertinente licencia municipal, puede denunciarse el hecho al Municipio del concejo. No obstante, nos hemos criado en un occidente en el que la radiación es mala per sé.
Información
Para la radiación de las antenas la materia (tú, yo, tu mascota) es invisible. Ese “sonido” inaudible, en lugar de desplazar el aire, hace aparición como una onda hertziana que viaja en forma de radiación electromagnética. En el momento en que esta radiación llega a tu móvil la conoces como “datos”. Las BTS, o Estaciones Base de Telefonía móvil, son emplazamientos sobre los que van las antenas.
En cambio, sí es constatable la relación de sus promotores con la proliferación de un cierto “negocio del miedo” desde datos tergiversados, erróneos y en ningún caso avalados por la evidencia científica. Al disponer la llamada estación base transceptora y sus equipos complementarios, el edificio padece una sobrecarga de varias toneladas que debe ser antes evaluada por un técnico que no tenga ninguna relación con la compañía de telefonía ni con la empresa intermediaria que haya ofertado su colocación. Es importante tener en cuenta asimismo que ciertos contratos de arrendamiento de las azoteas que se firman con las compañías dejan abierta la oportunidad de agrandar más adelante el aparato instalado, además de atar a la comunidad de propietarios con la empresa entre unos quince y veinticinco años. El efecto que estas antenas tienen sobre la salud fué y todavía es objeto de estudio entre los expertos, asimismo de la Organización Mundial de la Salud. Sin embargo, pese a los numerosos trabajos que se han publicado sobre esto, la presencia o no de efectos cancerígenos es muy controvertida aún. Además de esto, “los análisis desarrollados hasta la actualidad son difíciles de interpretar pues cuentan con una muestra pequeña de competidores”, dice Paul Elliott.
El tema es que ella me ha preguntado qué opinaba yo, y como no tengo información como para ofrecerle un asesoramiento he recurrido a vosotros. El tema es que ellos por último lo piensen y puedan tomar una decisión, pero tampoco sabía yo a quién consultar. #29 Hace poco leí en una investigación que estaba haciendo una empresa que la radiación que emite una antena es similar a la que emite una bombilla de 100W a 1 km. Si equiparamos eso con la cantidad de luz artificial que puedes tener en tu casa…
¿Existe Una Antena En Tu Edificio O Pretenden Instalar Una?
Y el paso a la electricidad en el XIX fue todavía mucho más traumático. El día de hoy entendemos de qué manera marcha la quema de petroquímicos, y disponemos un temor con perfección fundamentado en el conocimiento. Resumiendo, lo que se conoce hoy es que es bastante más perjudicial hablar por teléfono durante bastante rato que vivir debajo de una antena de esas, a no ser que hagan mal los cálculos y metan más peso del debido y ceda el techo. Por poner un ejemplo un muro de carga de 30cm de espesor reduce la señal prácticamente un 50% al tiempo que una ventana permite el paso del 100% de radiación. O sea, dónde se encuentra puesta la antena, altura, distancia y ángulo, por servirnos de un ejemplo un antena que esté cerca pero altísima puede irradiarnos menos que otra mucho más lejana pero que esté a nuestra altura.
Si te pones 24 horas cotidianas al lado de una lámpara no pasa nada. Joder, si nuestro propio cuerpo emite radiación infrarroja espontáneamente. Radiación que se puede advertir con perfección a cientos y cientos de metros asimismo, y es mucho más energética que la de microondas. Conque, en definitiva, si deseo vivir en un espacio con poca radiación de antenas, me mudaré justo debajo de una de ellas, pero no tendrá sentido salvo que tenga otra antena que cubra esa región proporcionando cobertura. Si no fuese de este modo, mi móvil emitiría mucho más y le duraría menos la batería. Si me preocupa la salud de mi famila, puedo dar un consejo, yo viviría en una zona donde no hubiera polución atmosférica, lejos de los turismos, les daría mucha fruta y verdura (no es necesario que sea ecológica) y nada de tabaco ni alcohol, y no me preocuparía de la situación de las antenas.
Vivir Cerca De Antenas De Telefonía No Causa Cáncer A Los Más Pequeños
A este respecto, estudios científicos recientes demostraron que una capacidad de emisión de radiofrecuencia diez veces mayor a las de la telefonía móvil, no produce cambios en los genes reguladores de la proliferación y muerte celular, cuya perturbación es clave para originar un cáncer. No obstante, el usuario de un teléfono móvil, al atender o realizar una llamada, está expuesto a campos de radiofrecuencia más intensos que los del entorno general, y estos campos pueden transferir energía con apariencia de calentamiento. Se ha calculado que la energía absorbida que viene de un teléfono móvil no sobrepasa los límites hoy día recomendados, esto es, la radiación emitida por el aparato es deficiente para causar calor significativo en los tejidos del oído o la cabeza. Las antenas emiten un haz muy ajustado de ondas de radio que se propaga de forma casi paralela al suelo y normalmente se instalan en lo prominente de inmuebles o en torres; consecuentemente, a nivel del suelo las intensidades de los campos de radiofrecuencia son muy inferiores a los niveles considerados peligrosos.
Este informe se suma a los otros estudios que documentan un mayor riesgo de efectos biológicos y de salud, introduciendo el cáncer, para la gente que viven a menos de 500 metros de las estaciones base de telefonía móvil. Si te fijas en la primera, comprobarás que se puede ofrecer la paradoja de no tener cobertura estando muy cerca de la antena. El haz no consigue el suelo hasta cuando menos 50 o 300 metros de la antena.