En el momento en que se formó la Luna, aproximadamente hace 4.500 millones de años, esta viraba en torno a su eje más de manera rápida que ahora (y estaba considerablemente más cerca). La Tierra salía y se ponía sobre el horizonte lunar, y la Luna experimentaba las fuerzas de marea inducidas por la gravedad terrestre. Si me imagino a mi mismo cogiendo una farola con ámbas manos extendidas y empiezo a dar vueltas, la farola siempre ve mi cara, nunca mi nuca.
Una vez enfriada, la Luna había adquirido una manera oblonga o, dicho de otro modo, quedó ligeramente \’apepinada\’. Merced a esta resonancia uno a la vez, la Luna siempre está mostrando la misma cara hacia la Tierra. Con el pasar del tiempo, aquel aglutinamiento de masa eyectada fue tomando forma esférica gracias a tener bastante masa, además de efectos por la rotación inicial que consiguió desde su formación.
La Rotación De La Tierra Vista Desde La Luna
Eso hacía imposible verla, algo que por fin solucionamos con la publicación de la sonda soviética Lunik 3, que la fotografió por vez primera el diez de octubre de 1959. En las imágenes te ha faltado una imagen considerablemente mucho más donde la luna gire sobre si misma. En ámbas imágenes en movimiento, tienen un movimiento de traslación, pero en ningún instante giran sobre su eje. El hemisferio aparente está gobernado por unas gigantes manchas oscuras que forman lo que llamamos \\’la cara de la Luna\\’ o \\’el hombre de la Luna\\’. Esas manchas, llamadas \\’mares\\’, son gigantes llanuras que se formaron por la lava procedente de erupciones volcánicas. Pero, como sucede con otros cuerpos del Sistema Del sol, con el paso del tiempo, sus periodos de rotación y de traslación se han sincronizado, por lo que, desde la Tierra, siempre vemos exactamente la misma cara.
El hemisferio opuesto, la cara oculta de la Luna, no ha podido ser visto hasta 1959, en el momento en que la sonda soviética Luna 3 fue enviada a una situación favorable para fotografiar esa región. Como tal, el lado visible está formado en un 40% de mares, enormes extensiones de lote que provienen de una colada volcánica. Este es hoy un secreto que radica exactamente en tratar de comprender por qué razón las cortezas son tan distintas entre ambos lados. La Luna y la Tierra se encuentran atrapados en un eterno baile cósmico en el que la gravedad pone la música, y la impecable sincronización de ambos bailarines provoca que siempre y en todo momento observemos una cara de nuestro satélite. En lo que se refiere a la repartición de cráteres por una parte y otro hay que a cómo se formó la Luna y como ésta quedó anclada gravitacionalmente en un movimiento sincrónico.
Jefe de sección “Órbita lunar”, estudiante de física en la Universidad Nacional de Colombia, apasionado del programa lunar Apollo, las metas de exploración a Mercurio y la mecánica celeste. Líder del equipo ganador de la Hackathon Internacional de Diseño de Hábitat Lunar Análogo 2022 de MVA-India y Spaceonova. Algo importante para contestar a ese por qué debe ver, en parte, con la que es la atracción gravitatoria de la Luna sobre la Tierra. Esta, por su parte, es la causa de las mareas que observamos en nuestros océanos. Apúntate a los newsletter que mucho más te interesen y recibe gratis los más destacados reportajes, fotografías, y noticias cada semana en tu correo electrónico.
¿cuántos Planetas Tienen Anillos En El Sistema Del Sol?
A la vez tenemos una serie de pequeños que observan a este otro compañero orbitar en torno a la farola-Tierra. Muchas gracias por tu comentario Daniel pero, lamentablemente, no has entendido nada. Pero esto no implica que la Luna no gire o que la cara esconde no reciba la luz del sol.
La Luna es el quinto satélite natural en tamaño del Sistema Del sol (después de Ganimedes, Titán, Calisto e Io). Pero es el mucho más grande del Sistema Del sol cuando se pone con relación a su planeta. Hasta recientemente se pensaba que la situación en que la Luna había quedado tras la sincronización de su rotación era fruto del azar. Se creía que había habido una probabilidad igual de que la Luna nos hubiese apuntado con su cara montañosa, con la actual, o que hubiese quedado en una situación intermedia entre esas 2. Divulgo ciencia allí donde me lo permiten, si bien eminentemente en youtube y tiktok bajo el nombre de Cuarentaydos.
Sin importar lo más mínimo exactamente en qué etapa la observemos, precisamente exactamente en qué instante del día o de la noche o qué región del cielo esté, siempre dirige hacia la Tierra el mismo trozo de su área. Pero no, lo que ocurre es simplemente que la Luna está acoplada gravitatoriamente a la Tierra. Hasta recientemente se creía que la situación en que la Luna había quedado tras la sincronización de su rotación era fruto del azar. Hace cientos de millones un protoplaneta de tamaño semejante al de Marte; llamado Theia, pudo haber impactado contra la Tierra en su era primitiva. Desde el instante en que disponemos registro, la humanidad se ha destinado a ver la Luna, bien sea por su llamativo brillo o para estudiarla con enorme aspecto mediante telescopios, revelando detalles que no se pueden solucionar a fácil vista. De la misma manera, si la miramos día a día se revela un fenómeno interesante, siempre y en todo momento nos enseña casi la misma cara.
De Esta Forma Son Los 8 Planetas Del Sistema Solar
Por aquí me vas a ver hablando de la física del cosmos, desde las galaxias y estrellas mucho más grandes hasta las partículas subatómicas que las componen. En las imágenes te ha faltado una imagen más donde la luna gire sobre si misma. En las dos imágenes en movimiento, tienen un movimiento de traslación, pero en ningún instante giran sobre su propio eje.
Elmundoes
Si quiere que le resuelva alguna duda en futuras entregas del blog de vídeos, mande sus cuestiones a La Luna es el quinto satélite natural en tamaño del Sistema Del sol (tras Ganimedes, Titán, Calisto y además Io). Tiene 2.500 km de diámetro y 12 km de hondura, y tiene por nombre cuenca Aitken. Hace 4.500 millones de años, la Luna recién formada orbitaba la Tierra a menos de una décima una parte de la distancia actual, y los dos cuerpos rotaban sensiblemente más veloz.
Debido a la rotación síncrona, desde la Tierra deberíamos ver solo el 50 % de la área lunar. Ello hay que a los movimientos de cabeceo populares como libraciones lunares. En el momento en que se formó la Luna, exactamente hace 4.500 millones de años, esta viraba cerca de su eje más rápidamente que en este momento (y estaba sensiblemente mucho más cerca). Para bastante gente resulta increíble la “coincidencia” que hay entre el periodo de tiempo de traslación y rotación de la Luna, sin embargo, este fenómeno de acoplamiento de marea resulta ser algo increíblemente común en todo el cosmos.
Únete a la gaceta y forma parte del movimiento por un planeta más sostenible. En realidad, no es cierto que sólo podamos ver el 50% de la área de la Luna desde la Tierra. Si observamos en diferentes momentos y desde diferentes sitios, podemos lograr un 59% por tres fenómenos que se aúnan.