E incluso con la ayuda de esos automóviles, una gran parte del fondo del mar está sin explorar. La tecnología de sónar nos ha permitido mapear un pequeño porcentaje del suelo oceánico (apenas un diez%), pero no tenemos mucha información del resto. De hecho, conocemos mejor la superficie de otros planetas que el fondo de nuestros océanos. Con submarinos y robots subacuáticos, podemos conseguir bajar mucho más. Estos barcos están diseñados para aguantar la presión, y existen algunos hechos especialmente para descender a los lugares más profundos del océano.
Pero también hay otros menos espectaculares y aun de este modo muy importantes, como es el caso de las fumarolas o fuentes hidrotermales. Aunque no tengamos muchos datos sobre esto, entendemos que la actividad tectónica en el fondo oceánico es increíblemente abundante. Y eso tiene consecuencias muy visibles, especialmente en zonas muy profundas. Por servirnos de un ejemplo, la mayor cascada del mundo está en el océano Atlántico, en el estrecho entre Groenlandia y también Islandia. Esta cascada desciende unos tres km hasta el fondo oceánico, lo que la hace tres veces más alta que la mayor cascada que logramos hallar en la área. Pero la situación tampoco cambió mucho en el último siglo, y seguimos afrontando adversidades considerables para descender a zonas muy profundas.
Los Secretos Que Esconde El Fondo Submarino En La Tierra
Pero sin ningún género de dudas, el lugar más enigmático de nuestro mundo son los océanos. Los océanos cubren más del 70% de la área de nuestro mundo, y han sido la fuente de numerosos mitos y leyendas para etnias de todo el planeta. Recordemos que la presión aumenta con la profundidad y en el fondo de la zanja es de atmosferas (la presión en la área es de únicamente una atmósfera). Debido a su profundidad, no ha habido demasiados descensos al abismo Challenger. Sí que se han producido, unas cuantas misiones científicas y de exploración en la fosa de las Marianas, pero las enormes presiones involucradas lo transforman en un espacio difícil y arriesgado tanto para humanos para robots.
Por extraño que logre parecer, estos fenómenos no son una rareza en el fondo marinos. En distintas partes del planeta se han encontrado ríos, lagos e incluso cataratas dentro del océano. En verdad, conocemos mejor la área de Marte que las profundidades marinas.
Ha Sido Viable Gracias A La Expedición Five Deeps Que Ha Mapeado El Fondo Marino Con La Técnica Más Desarrollada
Por ejemplo, varios lagos submarinos tienen concentraciones de sal muy elevadas. El agua fría, siendo más espesa, fluye por debajo del agua ardiente, y desciende por una pendiente en el fondo del océano, creando una cascada de muchísimo caudal. La Fosa de las Marianas pertenece a una red global de depresiones profundas que atraviesan el fondo del océano. Y, en el punto de colisión, una de las placas se sumerge debajo de la otra en el manto de la Tierra, creando una fosa oceánica.
Las dorsales oceánicas son, no obstante, el fenómeno opuesto, grandes elevaciones que se generan por el magma que surge de forma continua a través de las fisuras del fondo del océano, y que forman nuevos volcanes y cordilleras. «Hay que tener en cuenta que en el fondo oceánico puede haber una geografía tan accidentada como la de la superficie», señala en este sentido la especialista. Las criaturas que viven en la región abisal y hadal de los océanos (es decir, las zonas mucho más profundas) están adaptadas a las condiciones extremas, especialmente a la presión y a la falta de luz y de alimento. Todo cuanto hay en las profundidades de los océanos se sale bastante de lo que nos encontramos acostumbrados a ver, y eso incluye a los seres vivos que habitan a cientos de metros de hondura. No obstante, tratándose de las profundidades marinas, la situación es bastante diferente.
La Extraña Vida En El Abismo
En 2017, cuando se puso en marcha este proyecto en todo el mundo Seabed 2030, liderado por especialistas de El país nipón, sólo se disponía de datos barimétricos de calidad del 6% de los fondos marinos. La actualización de datos de este emprendimiento se ha presentado el 21 de junio coincidiendo con la celebración del Día Mundial de la Hidrografía, creado en 2005 por resolución de la ONU. El conocimiento del fondo marino que se tiene hoy día es escaso, hasta el punto de que el 80% del fondo oceánico aún no se ha inspeccionado con tecnología actualizada para comprender con mayor exactitud sus especificaciones. Los niveles mayores de sal, al lado de una mayor concentración de sedimentos, también contribuyen a la formación de ríos submarinos como el que se encontró hace unos años en las profundidades del Mar Negro y cerca de la costa de Australia.
¿qué Hay En El Fondo Oceánico?
Los especialistas del proyecto internacional Seabed 2030 calculan en concreto que solo tenemos mapas de aspecto de una quinta parte de los fondos marinos de la Tierra. O sea, el 80% de las profundidades de nuestros océanos siguen siendo un misterio, al menos, por lo que a la parte hidrográfica tiene relación (tema aparte son los ecosistemas y seres vivos que habitan estas aguas, también extraños en parte importante). Hace unos años se creía que esta una parte de los océanos eran sencillos llanuras sin vida alguna.
Como sucede con tantas otras cosas similares con el fondo oceánico, las fumarolas son un hallazgo reciente, y consecuentemente todavía queda bastante por estudiar de ellas y su efecto en el entorno marino. El calor extremo que desarrollan y los minerales tóxicos que emiten las fumarolas no crean un entorno en especial interesante. Además de esto, a esas profundidades no llega la luz solar, y la presión es altísima. Expulsan agua a cientos y cientos de grados de temperatura, gracias al magma que circula bajo la corteza oceánica. También hay otro fundamento por el que pueden construirse cascadas, ríos y afines bajo el agua.
La más profunda que se conoce, con mucho más de 11 kilómetros, es la Sima Challenger en la fosa de las Marianas, ubicada en el Pacífico noroccidental. Estas criaturas se alimentan de las mentadas bacterias y de la lluvia de alimento que cae de la área. Y sucede que en estas profundidades no acostumbra haber vegetación por la ausencia total de luz. La vida en estas regiones de los océanos no se restringe a bacterias y otros microorganismos. Hay animales de diversos tipos, si bien su fachada tiende a ser muy diferente a eso que nos encontramos acostumbrados a ver.
El director de cine James Cameron lo visitó en 2012 en un submarino diseñado por él mismo. A lo largo de la inmersión de tres horas, la inmensa presión dañó el equipo de Cameron. Las baterías y el aparato de sonar se agotaron, y los propulsores de la nave funcionaron mal.