En las próximas horas, el enorme cohete chino llevará a cabo la reentrada incontrolada en nuestra atmósfera, cayendo sus enormes escombros sobre un lugar aún no determinado. El Long March 5B se encuentra precipitándose de manera «impredecible» sobre nuestras cabezas después de cumplir su misión, que era mandar el primer módulo de la novedosa estación espacial china el pasado jueves . Tras \’dejar\’ su carga de 22,5 toneladas en la órbita terrestre , el gran cohete volverá a ingresar en nuestros dominios en unos días, como máximo una semana. Algunos expertos consideraron los restos del Larga Marcha 5B —usado para publicar al espacio entre los módulos de la futura estación espacial china— como uno de los mayores trozos de escombros en regresar a la Tierra, y de ahí su vigilancia continuada. Asimismo científicos estadounidenses criticaron que el programa particular chino permitiera el reingreso incontrolado de un cohete tan grande, y el día de hoy el administrador de la NASA Bill Nelson reprendió al país asiático por “no estar cumpliendo con los estándares de responsabilidad en relación a sus desechos exclusivas”.
La CMSA ha estado siguiendo de cerca la información de la trayectoria de los restos de la etapa superior del cohete desde que se puso en órbita con éxito el módulo, apuntan. Lo que no dejan realmente claro es si absolutamente todas y cada una de las piezas han caído finalmente en el mar. Según ese períodico, el cohete se encontraba compuesto de “materiales livianos” y que, por consiguiente, “era de esperar que la mayoría de los restos se desintegraran al entrar en contacto con la atmósfera”. Estos días, los medios locales han acusado a la prensa extranjera de sensacionalismo y calificado las informaciones al respecto de “exageraciones que solo procuran desacreditar al país asiático”. McDowell explicó que predecir hacia dónde podrían dirigirse los escombros del cohete es prácticamente irrealizable en estos instantes gracias a la agilidad a la que viaja el cohete y otras variables involucradas en el cálculo del efecto del arrastre atmosférico en el módulo del núcleo. “Si desea apostar a dónde aterrizará algo en la Tierra, apueste por el Pacífico, pues el Pacífico es la parte mucho más extensa de la Tierra. Es de este modo de fácil”, dijo McDowell.
Un Cohete Chino Fuera De Control Impactará Contra La Tierra Y Se Se Teme Que Lo Realice En Un Lugar Poblado
Jonathan McDowell, un rastreador experimentado del Centro de Astrofísica Harvard-Smithsonian, mencionó que los datos del Comando Espacial de EE. Si las partes del cohete caen sobre la gente o sus características, China podría ser la encargada de los daños. Según el tratado de la Convención de Responsabilidad Espacial de 1972, la nación que lanza es responsable de sus cohetes y de cualquier daño que causen. El cohete de China se lanzó el 24 de julio para dar un módulo de investigación a la estación espacial Tiangong, que hoy día se encuentra en construcción. El peligro general para las personas y las propiedades en tierra es bastante bajo, ya que el 75% de la superficie de la Tierra en el camino potencial de los escombros es agua, desierto o jungla, dijo el analista aeroespacial Ted Muelhaupt en una rueda de prensa, mencionado por Reuter. Una vez que se pone en órbita, los motores del propulsor del cohete no pueden volver a encenderse y cae sin control alguno sobre la Tierra, confiando en que no genere daño alguno.
El Pentágono alertó que el Long March 5B entraría en la atmósfera, y, sin comprender la ubicación precisa de dónde caería, ocasionaría graves estropicios, tal como sus restos se podrían ver en alguna parte. Pero un nuevo objeto volador del mismo modelo está a punto de caer sobre nuestro planeta, solamente algunas semanas después. El cohete chino, que despegó el pasado 24 de julio de la isla de Hainan y tenía como propósito transportar un módulo a la estación espacial orbital china, la “Tiangong”, da vueltas a la Tierra.
Misterio Chino
Este proyecto es un paso más de China para convertirse en la potencia espacial en el año 2030 rivalizando con Estados Unidos, Rusia y la ESA creando la que sería la estación espacial mucho más avanzada orbitando sobre la Tierra. Este fué el primer lanzamiento de los 11 que tiene previstos China para armar la estación espacial Tianhe que pretende rivalizar con la Estación Espacial Internacional . Según Aerospace , el objeto podría llegar a la atmósfera a las tres de la madrugada del diez de may o , más allá de que señalan a una horquilla de unas 41 horas, por lo que seguramente el cohete no descienda hasta en una semana. La recomendación de la Agencia es que las distintas autoridades nacionales de aviación y los operadores de aeronaves importantes “monitoreen y tomen en cuenta regularmente las últimas predicciones del reingreso”. Indican asimismo que amolden sus evaluaciones de peligro según vaya la evaluación de la situación y la información libre.
El de la misión Shenzhou 14 partió el 5 de junio de 2022 desde el Centro de Lanzamiento de Satélites de Jiuquan, llevando con éxito a tres astronautas hasta la estación espacial Tiangong, en la órbita baja terrestre. “Los países con habilidades espaciales deben minimizar los peligros para las personas y las propiedades de la reentrada de elementos espaciales, tal como maximizar la transparencia sobre esas operaciones”, apuntó hoy Nelson en un comunicado. Agregó que “es fundamental que China actúe de forma responsable y transparente para asegurar la seguridad, la seguridad y la sostenibilidad en un largo plazo de las ocupaciones en el espacio exterior”. El representante del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Zhao Lijian, dijo que la probabilidad de que los escombros ocasionen daños a la aviación o a la gente y características en tierra es muy baja, puesto que la mayoría de los componentes del cohete serían destruidos en el reingreso. China ha sido criticada por la NASA en reiteradas ocasiones por el manejo de sus desechos espaciales. La agencia estadounidense afirma que “las naciones que efectúan ocupaciones espaciales deben reducir los peligros para las personas y las propiedades en la Tierra”.
Toneladas
La sección primera del cohete ahora se desprendió a lo largo de el lanzamiento y el objeto seguirá dando vueltas en torno a la Tierra en los próximos días, conforme vaya cayendo gradualmente. Los especialistas de Aerospace Corporation dicen que la norma establecida es que hasta el 40% de la masa de un objeto grande va a llegar al suelo. Según los estudiosos del Centro de Reentrada Orbital y Estudios de Escombros de Aerospace Corporation, la morralla del cohete está descendiendo y empezará una reentrada desmandada en la atmósfera de la Tierra en algún momento del sábado o domingo. Sin embargo, existe la oportunidad de que piezas del cohete caigan sobre un área poblada, como sucedió en mayo de 2020, cuando fragmentos de otro Long March 5B chino aterrizaron en Costa de Marfil, dañando múltiples inmuebles en esa nación de África Occidental, si bien sin heridos.
Los restos del cohete chino Long March 5B, que sirvió como vehículo transportador de una nave espacial lanzada al espacio el pasado 29 de abril de 2021, podría atravesar la atmósfera terrestre en su camino de regreso a la Tierra y también impactar en cualquier sitio del planeta. El módulo, que pesa más de 22 toneladas, vuela fuera de control y está siendo rastreado por el el Comando Espacial estadounidense con el fin de calibrar dónde puede caer. “La gran velocidad del cuerpo del cohete significa que orbita la Tierra aproximadamente cada 90 minutos, con lo que un cambio de solo unos minutos en el tiempo de reentrada da como resultado un punto de reentrada a cientos de kilómetros de distancia”, explica SpaceNews. La inclinación orbital del objeto es de 41,5 grados, añade esta información, lo que quiere decir que “pasa un tanto más al norte que Novedosa York, La capital de españa y Pekín y tan al sur como el sur de Chile o Wellington, Nueva Zelanda. “Podría hacer su reentrada en cualquier punto dentro de esta extensísima área”, concluyen. China lanzó de forma exitosa el pasado 29 de abril el primer módulo de la que va a ser la estación espacial \’Tianhe\’ (Armonía Celestial) desde Wenchang, en la provincia China de Haian.
La Gravedad Cuántica, Cada Vez Más Acotada Por La Ciencia
Apoyándose en especialistas del Servicio de Rastreo y Vigilancia espacial de nuestra UE, han calculado una “pluralidad de posibles trayectorias de reingreso, una de las cuales podría perjudicar potencialmente al espacio aéreo del sur de Europa”, según indican. Las últimas evaluaciones de las trayectorias —efectuadas tras la emisión del folleto— señalan a una reducción notable del riesgo de encontronazo en esta región de todo el mundo. “Lo remitimos a la República Popular China para obtener más detalles sobre los puntos profesionales del reingreso, como la viable dispersión de escombos y la localización del impacto”, siguen desde el Space Command.
En las últimas horas la cancillería china ha asegurado que las posibilidades de que el Long March 5B ocasione daños tras su caída a la Tierra son “extremadamente bajas” y ha advertido de que “en su etapa final, el cohete vuelve a ingresar en la atmósfera y allí la mayor parte de sus componentes serán destrozados”. En abril del año pasado, Long March-5B fue lanzado por China con el propósito de poner en órbita a una primera fase de su estación espacial. Los restos de este cohete ingresaron a la atmósfera finalmente el 9 de mayo sobre el Océano Índico, sin mayores consecuencias. China desea que su estación espacial esté completa para finales de 2022 y orbitaría la Tierra a una altitud de entre 340 y 450 kilómetros. Se estima que pese unas 80 o cien toneladas, solo este primer módulo que ha sido lanzado al espacio ahora contaba con 22,5 toneladas de peso. Jonathan McDowell, Astrofísico en el Centro de Astrofísica de la Universidad de Harvard señalaba para The Guardian que lo más posible es que caiga en el océano en tanto que estos cubren un 70% de nuestro mundo.
Sin embargo, el cohete orbita en este preciso momento un poco mucho más al norte a la altura de Novedosa York, La capital de españa o Pekín y tan al sur como Chile o Wellintong en Nueva Zelanda pudiendo llevar a cabo su reentrada en cualquiera de estos puntos. No obstante, no se podrá comprender con mucho más precisión hasta unas horas antes de que el cohete atraviese la atmósfera. En el momento en que charlamos del Long March 5B hacemos referencia a un colosal aparato de más de 20 toneladas cuya etapa central puede no desintegrarse totalmente en el reingreso, con lo que algunas partes podrían traspasar la atmósfera. Si se trata de un reingreso controlado se sabe precisamente dónde van a caer, en un caso así no hay datos precisos. En junio, los restos de un cohete CZ-2F, también de China, se pudieron ver sobre el cielo de Andalucía. Estos elementos, en concreto, se usan en metas tripuladas del Cuerpo de Astronautas del Ejército Habitual de Liberación de China.
Es la tercera vez que cae un cohete chino sin control a la Tierra y, en el mes de mayo de 2020, otro cohete se rompió y cayó sobre una aldea africana, provocando daños. Las coordenadas quedan en torno a las islas Maldivas en el océano Índico, al sur de la India, según apunta la prensa local, mientras que el organismo apunta que la mayor parte de los restos se desintegraron al colisionar con la atmósfera terrestre. El sitio Space-Track del Escuadrón de Control Espacial estadounidense confirmó el día de hoy las coordenadas por medio de un tuit. Las etapas centrales de la mayor parte de los cohetes de clase orbital están diseñadas para descender poco después del despegue, dirigidas seguramente hacia el mar o sobre secciones escasamente pobladas de tierra firme, o para efectuar aterrizajes verticales motorizados y aceptar su reutilización. La EASA calcula que la una parte del cohete que va a caer a la Tierra mide 30 metros y tiene un peso de entre 17 y 22 toneladas, lo que lo transforma en uno de los escombros más grandes que amenazan a nuestro planeta. La Agencia Europea de Seguridad Aérea EASA ha emitido un aviso advirtiendo que los restos de un cohete lanzado por China el domingo pasado caerán sin control este fin de semana en algún sitio de la Tierra, sin que se pueda entablar seguramente todavía dónde se estrellará.